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Commentary
La Naci贸n (Costa Rica)

Baltimore

With Baltimore Police officers in riot gear lining the street, a man stands at the corner of Pennsylvania Avenue and North Avenue , April 27, 2015 in Baltimore, Maryland. (Drew Angerer/Getty Images)
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With Baltimore Police officers in riot gear lining the street, a man stands at the corner of Pennsylvania Avenue and North Avenue , April 27, 2015 in Baltimore, Maryland. (Drew Angerer/Getty Images)

Baltimore, no hace mucho, era un emporio portuario y floreciente centro industrial y financiero pr贸ximo a Washington DC. Sin embargo, el cuadro de prosperidad que present贸 durante los 70 y buena parte de los 80, impulsado por la presencia de grandes corporaciones, lentamente se fue apagando. El cierre de las gigantescas plantas donde se fabricaban autom贸viles, aparatos interestelares y hasta aviones dejaron sin empleo a miles de afroamericanos, hispanos y otros pobladores de las viejas barriadas del 谩rea.

Dichosamente, en el caso de Baltimore, al margen de las dolencias generadas por la econom铆a mundial, longevas y prestigiosas instituciones universitarias y hospitalarias han sobrevivido airosas. Por ejemplo, la Universidad Johns Hopkins y su conexo hospital, el mejor del mundo (seg煤n publicaciones independientes) han proseguido su camino centenario de excelencia.

Lamentablemente, la expansi贸n del desempleo ha intensificado el mal perenne de la ausencia educativa de menores y adolescentes que devienen en presa f谩cil de toda suerte de agitadores. Este 谩ngulo es preocupante y queda flotando la interrogante de si los supervisores y autoridades del sistema educativo local han formulado programas especiales para atender explosiones similares.

Recordemos que en comunidades pluri茅tnicas, como Ferguson, en Misuri, crisis similares se han multiplicado debido a acusaciones de excesos cometidos por la Polic铆a.

Veamos. En el presente cap铆tulo en Baltimore, seis oficiales detuvieron a Freddie Gray en una calle, quien, a su juicio, exhib铆a un alarmante estado de intoxicaci贸n por alcohol. El sospechoso muri贸 poco despu茅s de su traslado y la autopsia revel贸 que hab铆a recibido golpes severos en la cabeza. 驴Obra de la Polic铆a? Una interrogante abierta.

La fiscal acus贸 de homicidio a los agentes involucrados y resolvi贸 apresarlos. Por su parte, la alcaldesa urgi贸 un cese de la violencia callejera. Otras autoridades congregaron a padres y encargados de los menores e instaron poner fin a las manifestaciones. Todo este conjunto de iniciativas condujo, el domingo, a una pacificaci贸n del conflicto.

Un signo positivo que destaca en el caso presente ha sido la actuaci贸n profesional de altos funcionarios afroamericanos. La alcaldesa de Baltimore y la rectora de la Fiscal铆a, independientemente, adoptaron medidas para reducir la violencia.

Esta serie de actuaciones, adem谩s, ha configurado un manual para autoridades y comunidades en diferentes puntos del pa铆s y, por qu茅 no, en el extranjero. Esperamos que genere resultados similares.